El blog de quienes corren a animar. No corremos, pero animamos mucho. Aquí tienes cómo lo hacemos.

El corremarido parado a escasos metros de entrar en meta para hacer fotos a sus correanimadoras. La correhermana brindando una reverencia sobre la alfombra azul a sus aplaudidoras. Una conexión Viena-València. Salir en televisión hablando del postmaratón

Son algunas de las anécdotas que nos ha dejado la correanimación del maratón de Valencia 2022. El “maratón de maratones”, según el lema de este año, en el que la 42k de Valencia ha cumplido su 42 edición.

Atuendo rojo

Para que se notara que el maratón discurría por nuestra ciudad, en el runclub Correr a animar estrenamos atuendo correanimador: sudaderas y chaquetas  de color rojo, para que no solo se oigan nuestros gritos animadores, sino que se nos vea bien de lejos.

Llegada a la meta del maratón de Valencia 2022
El corremarido para a hacer fotos antes de entrar a la meta del maratón de Valencia. ©Correraanimar

Este 4 de diciembre, el corremarido aspiraba a completar su decimonoveno maratón (el octavo de Valencia). Solo tenía que superar los miedos que una lesión veraniega en un talón de Aquiles le había dejado. 

La correhermana (la misma que igual os entrega la bolsa del corredor en Expodeporte que os recomienda en un periódico dónde comer un arroz tras la carrera) iba a por su quinto maratón. Solo tenía que recolectar los esfuerzos preparatorios de los últimos meses.

La gran cita

Y finalmente llegó la gran cita, en un domingo un poco más frío que en ediciones anteriores. Madrugamos para acompañar al corremarido hasta el Palau de Les Arts y fuimos a situarnos en la rotonda del Parotet para ver pasar el la carrera nada más cruzar el puente de inicio.

Quienes no se habían leído las ‘instrucciones previas’ del maratón, se colocaron en el lado derecho de la rotonda, al mogollón. Las que sí, nos colocamos en el lado izquierdo, donde sabíamos que después de las primeras oleadas (que solo iban por la derecha) también pasaban los atletas y donde estuvimos prácticamente solas

Conexión Viena-Valencia 

Aquí animamos primero a la correhermana, y justo a la par de ella pasó –no os lo vais a creerel chico valenciano al que animamos en Viena. Conseguimos su contacto al volver de Viena y nos habíamos escrito para contarnos que estaríamos en el maratón de Valencia, él corriendo y aquí el grupo correanimando. Pero de ahí a que coincidieran los dos en el mismo momento, ni queriendo lo habríamos conseguido.

Reverencia de la correhermana antes de entrar a la meta del maratón de Valencia. ©Correraanimar

Tras animar al corremarido y responder algunas preguntas de gente que se nos acercaba (igual se pensaban que el atuendo rojo con la frase a la espalda de “Yo no corro pero animo” era de información del maratón), nos movimos al siguiente punto correanimador.

Esta vez la animahija se fue al kilómetro 14, en Benimaclet, para correanimar junto al animaiaio y al animasobrino y luego marcharse casi corriendo a jugar un partido de voley. El grueso del runclub nos reunimos en el kilómetro 16, en el cruce de la Alameda con la Avenida de Aragón, donde desplegamos pompones, aplaudidores y gritos variados.

Para entonces estaba claro que  la aplicación del maratón no iba a resucitar de su cuelgue, pero menos mal que teníamos a los corredores enseñados con el punto exacto y el lado donde les esperábamos. Pasó primero Pedro (el chico de Mislata-Viena, cuyo nombre ya hemos averiguado): se paró, nos saludó, le preguntamos cómo iba y tras agradecernos los ánimos continuó su carrera.

Animando el maratón de Valencia 2022
Pompones y muchos gritos de ánimo en el maratón de Valencia. ©Correraanimar

Le siguieron el marido de una amiga y la correhermana, feliz y disfrutando del maratón. El corremarido pasó después de ser saludado por otro miembro del runclub en la puerta de Viveros, y a punto estuvo de caerse por hacer la gracia de girarse para que viéramos su camiseta por detrás (con el lema “Yo corro y me animan”, a juego con el nuestro).

Bailes con pompones

Dimos media vuelta y nos posicionamos a nuestras espaldas, por donde pasaba el kilómetro 24 a su llegada desde la Avenida del Puerto. Al lado animaba una comisión fallera, con canciones que cantamos y bailamos agitando los pompones amarillos (idea para el próximo corremaratón: nos llevamos un altavoz para poner música).

Correanimamos a muchas chicas, a extranjeros (por si no se habían traído a nadie de apoyo), a corredores con cara de sufrimiento, a atletas disfrazados de rey, de pato o de piñas. Y a Pedro, a la correhermana y al corremarido, al que le dimos pasas mientras le hacíamos fotos, vídeo y le jaleábamos, todo en uno.

Tras una parada técnica, nos encaminamos al objetivo más complicado de la correanimación: pillar sitio en la primera fila de las gradas de la meta en la Ciudad de las Artes y las Ciencias. ¿Costó? Sí. (Lo sentimos Pedro, no llegamos a tiempo de gritarte felicidades). ¿Lo logramos? Claro.

Vista de la grada del maratón de Valencia 2022
Parte del runclub en la grada de la meta del maratón de Valencia. ©Correraanimar

Una vez posicionados, hinchamos un globo rojo a juego con las sudaderas, para ayudar a que se nos viera bien. Llegó la correhermana a la lámina azul y respondió a nuestros gritos de ¡campeona! con una gran sonrisa y una reverencia (“es que os merecéis todos mis respetos y admiración, no puedo estar más agradecida”, nos dijo luego).

Un globo con vida propia

Mientras esperábamos al corremarido, el globo rojo decidió tener vida propia y se lanzó al lago de agua que hay bajo las gradas. Nos quedamos nos cara de ‘¿en serio?’, porque se lo queríamos dar al corredor tras la meta. Pero el globo nadó y nadó hasta los pies de un voluntario, que lo sacó del agua y lo levantó como preguntado que de quién era. Y claro, cuando vio a una marea roja en la grada gritando ‘aquííí’, no tuvo más remedio que venir a traérnoslo. ¡Gracias, voluntario!

Llegó entonces el corremarido, que días antes del maratón se había cambiado a un tiempo conservador porque su objetivo era poder acabarlo sin romperse. Y como no quería batir ninguna marca personal, se tomó el lujo de pararse antes de cruzar la meta para hacer fotos y vídeos a su runclub un rato largo. Tanto, que al final hubo que hacerle gestos para que avanzara de una vez hacia la meta (aunque me encanta nuestra foto en la grada).

Foto de grupo tras el maratón de Valencia 2022
Foto de familia tras el maratón con parte del runclub. ©Correraanimar

Ya reunidos con el corremarido, le entregamos su corazón rojo y luego en casa le dimos un clásico: los globos con el número de sus maratones. Nos quedaba todavía al día siguiente encontrarnos de paseo por Valencia a la televisión autonómica, À Punt, y que nos entrevistara sobre el postmaratón.

Los peques del grupo dicen que para el próximo maratón a ver si cogemos un avión: lo tendremos en cuenta. Ya tenemos en mente un par de posibles destinos.


3 respuestas a “Valencia 2022: así correanimamos el maratón de maratones”

  1. Avatar de El maratón del amanecer y el calor: así correanimamos los 42K de Lisboa 2023 – Correr a animar

    […] sean tan pocos maratonianos (6.000 inscritos -menos los que llegaron tarde a la salida- frente a los 30.000 de Valencia) es que resulta un poco menos complicado colocarse junto a la valla para […]

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  2. Avatar de El maratón de Viena: sueño correanimador cumplido  – Correr a animar

    […] Al lado se pusieron unos santanderinos, que nos dijeron que veníamos preparados (es lo que tiene estar en nuestro sexto maratón internacional), y nuestro despliegue de banderas hizo que un sevillano que había llegado a meta volviera atrás para que le fotografiáramos con ellas (y mientras le recomendamos que se viniera al maratón de Valencia).  […]

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  3. Avatar de Correanimar en casa: así animamos el maratón de València 2023 – Correr a animar

    […] correanimando el maratón de Viena, y al que por segundo año consecutivo animamos también en el maratón de València. “Esto se empieza a convertir en una bonita tradición”, nos dijo cuando se acercó a saludar. […]

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