El blog de quienes corren a animar. No corremos, pero animamos mucho. Aquí tienes cómo lo hacemos.

El primer maratón que hemos correanimado en 2024 ha tenido un escenario excepcional: Roma, la ciudad eterna.

El corremarido se fue a la conquista de su vigésimo tercer maratón (el octavo internacional) y nos dio la excusa a once correanimadores para dejar atrás las Fallas de València y acudir a la 29 edición del maratón de la capital italiana, celebrada el 17 de marzo de 2024.

Nos lo pasamos de maravilla desde el Expodeporte hasta la cita maratoniana, donde conseguimos correanimar en ocho puntos distintos y triunfamos con nuestras camisetas rojas, los sombreros amarillos y la bandera de España para que se notara de dónde veníamos. 

Os resumimos aquí nuestra experiencia, por si alguna vez acudís a animar el maratón de Roma.

Expodeporte de Roma

Llegamos en metro al Palacio de Congresos (línea azul, parada de Fermi) y nos encontramos con una feria del corredor bastante grande. Al ser viernes por la mañana, no había demasiada gente.

Tras recoger nuestro corredor el dorsal y la camiseta oficial (que se grabó allí con su nombre por 6 euros), nos hicimos fotos con el mapa del recorrido, con medallas gigantes, o en el muro con los nombres de los atletas de más de cien países.

El momento más divertido: el abrazo y la foto con la mascota del maratón, la tortuga Vitoria con casco de gladiadora. También nos gustó que nos regalaran cosas, como una bandana con el dibujo del Coliseo. 

Y compramos algunos productos oficiales, como llaveros, una taza, una pulsera y alguna camiseta más del maratón (los corredores se vienen arriba en estas ferias y hay que contenerlos).

El día del maratón 

El día del maratón los atletas debían estar antes de las 7:45h en la Piazza Venezia, punto de entrada a los cajones, debido a que se celebraba allí también el día de la reunificación italiana y por cuestiones de seguridad  iban a cerrar el perímetro.

Así que madrugamos y acompañamos al corredor junto a un río de gente. No sabemos si por las obras de ampliación del metro, pero el caso es que no hubo forma de acercarse al punto de la salida a presenciarla como público. 

Lo más cerca que pudimos estar fue en la calle de arriba del Coliseo, pues a pie del monumento no dejaban acceder.

Palco al Coliseo

Vimos el comienzo del maratón como si estuviéramos en un palco. Poco antes de las 8:30h, hora de la salida, oímos cantar el himno de Italia, y nos quedamos con las ganas de que unos aviones que formaran la bandera del país, como en otras ediciones.

Pasó nuestro corredor en la segunda oleada y nos fuimos a coger el metro en Cavour, para dirigirnos al siguiente punto del maratón: la parada de Pirámide, cerca del kilómetro 2 y también del kilómetro 12.

Como éramos bastantes correanimadores, una parte de había ido a jalear a nuestro corredor en el kilómetro 2 (Via della Piramide Cestia), y de ahí cruzaron unos metros hasta el kilómetro 12 (Vía Galvani), donde nos reunimos todo el grupo.

La pirámide Cestia

Llevábamos el mapa de la carrera estudiado al milímetro desde España y además la aplicación oficial funcionaba bastante bien, así que mientras esperábamos a nuestro corredor animamos al resto. 

Iban todavía bastante frescos, así que muchos nos respondían con aplausos -especialmente los prácticos de la carrera- e incluso se acercaban a chocar nuestras manos.

Aquí se nos unió un rato una española que venía a animar a tres corredores y cuando vio nuestro espectáculo no dudó en sumarse.  Cuando pasó nuestro corredor, recogimos bártulos y volvimos al metro de Pirámide para desplazarnos al kilómetro 20, la parada de Lepanto.

Julio César y Mazzini

En el metro, el mundo al revés: una italiana nos preguntó a qué punto íbamos y cómo llegar. Y se lo explicamos, como si fuéramos de allí.

Nada más salir del metro por el Viale Giulio Cesare nos encontramos de bruces con la carrera, justo en un punto de avituallamiento. Aquí ya lucía el sol en todo su esplendor y se notaba en los corredores que iban por casi mitad de carrera: respondían más cansados a nuestros ánimos.

Vimos pasar a un corredor disfrazado de Súper Mario Bros y a continuación al nuestro. Como el kilómetro 23 estaba cerca (Piazza Giuseppe Mazzini), allí que nos fuimos a seguir con nuestros gritos correanimadores.

A partir de aquí, como queríamos  asegurar nuestra presencia en la meta, dividimos al grupo correanimador en dos.

Junto al Tíber y por Barberini

Los más jóvenes cruzaron el río Tíber por el puente Ninno Pietri y se pusieron a animar en el kilómetro 33, por Lungotevere delle Navi

Una vez saludado a nuestro corredor, se fueron a la parada de metro de Flaminio y se bajaron dos paradas después, en Barberini (suerte que el metro en Roma pasa muy a menudo, de media esperas tres minutos).

Aquí esprintaron y llegaron justo a animarle en el kilómetro 37, por Via del Tritone.

El Arco de Constantino

El resto fuimos de la parada de metro de Lepanto (donde nos encontramos con un grupo de Elche) a la de Circo Massimo, y caminamos unos metros hasta el kilómetro 41, cerca del Arco de Constantino y el Coliseo, pues de nuevo era imposible acercarse justo hasta la meta.

Aquí seguimos con nuestros gritos de ánimo, de manera que hubo gente que nos grababa, e incluso una señora se empeñó en hacerse una foto con nosotros (igual pensaba que éramos famosos).

Llegó nuestro corredor, sacó el móvil y nos grabó animándole, y se fue a la meta a decir aquello de ‘vini, vidi, vici’.

Nosotros le esperamos para el reencuentro de nuevo en la calle de arriba del Coliseo, donde se paró a saludarnos una pareja valenciana que resultó ser de Silla. Cuando llegó nuestro corredor con la medalla le dimos los globos con el 23, el número de los maratones que ha corrido. 

Pasaron dos espontáneos y preguntaron que si había ganado el maratón. Les dijimos que sí de cachondeo y se ve que se lo creyeron, porque pidieron hacerse  una foto con  él, jajaja.

Inmortalizamos la gesta de los doce con el Coliseo de fondo y nos fuimos a celebrar el momento. Pues como dice el proverbio latino, ‘in vino veritas’ ( y si es un Montepulciano, mejor aún).

Consejos para turistear

  • Alojamiento: si vienes al maratón, lo ideal es que busques un alojamiento cerca de la zona comprendida entre el Coliseo, el Foro Imperial y la Piazza Venezia, que es donde empieza y termina la carrera.
  • Comer: si te gusta la pasta, este es tu paraíso. Algunos locales que nos gustaron: Tonnarello en el Tratevere (no al que van todos los turistas, sino al otro, en el mismo barrio), La Vittoria en el Vaticano, o la Hostaria Clementini cerca del Coliseo. Hay sitios famosos en las redes que en la práctica no valen la pena, como la Pizzería Luzzi (colas largas y mal servicio, sirven las mesas a medias).
  • Monumentos: la lista sería interminable. Recomendamos llegar con las entradas ya sacadas para el Coliseo y los Museos Vaticanos, porque las colas son muy largas.
  • Consignas para el equipaje: puede que la necesites porque en general hay que dejar los alojamientos a las 10h. Nosotros usamos esta, cerca del Coliseo. Mejor reservar antes porque es pequeña.
  • Transporte: para moverse en metro y autobús, lo más práctico es validar los viajes con la tarjeta de crédito (1,50€ el viaje). El primer día compramos una tarjeta con varios viajes para usar en grupo y luego resultó que no deja pasar a la vez más de uno.

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